El uso cada vez más extendido de paneles solares ha resaltado la necesidad de mantenerlos limpios para asegurar su óptimo funcionamiento. Aunque es sabido que la acumulación de suciedad afecta su eficiencia al bloquear la llegada de la luz solar a las células solares, el costo y la mano de obra requeridos para su limpieza regular pueden resultar abrumadores.
Para abordar este desafío, los investigadores del proyecto NewSkin han ideado una solución innovadora: desarrollar superficies hidrofóbicas que se transforman en superhidrofílicas bajo la exposición a la luz ultravioleta (UV).
El principio de funcionamiento de estas superficies autolimpiables es sencillo pero efectivo: mientras que las superficies hidrofóbicas repelen el agua, dificultando la limpieza, las superhidrofílicas la atraen, facilitando la eliminación de la suciedad.
En colaboración con el Instituto Fraunhofer FEP, el proyecto NewSkin ha centrado sus esfuerzos en aplicar óxido de titanio cristalino a vidrio ultrafino mediante un proceso de rollo a rollo. Este método eficiente permite revestir vidrio delgado y liviano, adecuado para fachadas, módulos solares y otras superficies.
El dióxido de titanio, en su estado natural, es hidrofóbico, pero cuando se expone a la luz ultravioleta, se convierte en superhidrofílico, promoviendo un ciclo de autolimpieza diurno y nocturno. Durante el día, la superficie repele la suciedad, mientras que por la noche, la lluvia arrastra cualquier residuo acumulado.
Aunque aún existen desafíos técnicos, como la fragilidad del vidrio y las altas temperaturas requeridas para producir TiO2 cristalino, la investigación realizada hasta el momento ha allanado el camino para la comercialización de paneles solares autolimpiables, ofreciendo una solución prometedora para la industria solar.
Los científicos del Instituto Fraunhofer FEP han logrado un avance significativo al desarrollar las primeras superficies autolimpiables. Este logro se alcanzó mediante la aplicación de una capa de 30 a 150 nanómetros de óxido de titanio sobre un rollo de vidrio delgado de 30 cm de ancho y 20 m de largo utilizando un sistema de revestimiento de rollo a rollo.
A pesar de este hito, todavía enfrentan desafíos técnicos importantes, como la fragilidad del vidrio y las altas temperaturas necesarias para producir TiO2 cristalino. Sin embargo, los esfuerzos de investigación realizados en el marco del proyecto NewSkin han permitido a los científicos del Fraunhofer FEP fusionar de manera rentable el TiO2 y las características del vidrio delgado, allanando el camino para la introducción de productos innovadores en el mercado de manera efectiva.